
La lucha contra las causas del cambio climático requiere de medidas que limiten las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Lamentablemente, pese a que estas iniciativas permiten controlar y estabilizar la presencia de estos gases en la atmósfera, su efecto será suficientemente importante para alterar de forma continuada el sistema climático y oceánico del planeta. De hecho, numerosos efectos del cambio del clima se están empezando a dejar sentir en todos los sistemas, tanto naturales como humanos. La alteración de los ecosistemas más sensibles o la mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos son tendencias ya constatadas, pero el cambio climático sólo está empezando a dejar sentir sus efectos más evidentes, y las alteraciones a medio y a largo plazo asociados al mismo afectarán a prácticamente todos los sectores y actividades en mayor o menor medida.






